Familia - Petauridae | Publicado - 01/04/2020
El Petaurus breviceps, al que se le conoce por los nombres comunes de petauro del azúcar, o falangero del azúcar, este bello mamífero diprotodonto, que debe su nombre a los alimentos azucarados de los que se alimenta, pertenece a la familia Petauridae, son animales de hábitos arborícolas y están más activos por la noche.
El petauro del azúcar es un animal endémico de Nueva Guinea, incluyendo todas las islas adyacentes, de ciertas partes de Australia y de las islas Molucas en Indonesia, también se le puede encontrar en la isla de Tasmania, donde ha sido introducido por el ser humano.
Son animales omnívoros, que se alimentan principalmente de néctar de las flores y de la savia de los árboles, en su dieta también incluye polillas, arañas y larvas de insectos, en ocasiones se le ha visto alimentarse en estado salvaje, de pequeñas aves o pequeños mamíferos.
El falangero del azúcar es un animal que le gusta crear sus madrigueras en huecos de los árboles, aunque no es raro que hagan sus nidos en el suelo formados por vegetación. Son animales sociables que les gusta vivir en pequeños grupos familiares de hasta 10 o 11 individuos.
El Petaurus breviceps al llegar a su edad adulta tiene una longitud de su cuerpo que oscila entre los 14 y los 20 cm desde la base de su cola hasta el hocico, su cola es de gran tamaño, llegando a medir lo mismo que el total de su cuerpo.
En cuanto a su peso hay que recalcar que los macho son más grandes y pesados que las hembras, pudiendo pesar los machos entre 115 y 160 gramos, mientras que las hembras tienen un peso que va entre los 100 y los 130 gramos.
Las hembras tras aparearse tienen una gestación que dura aproximadamente 16 días, tras la cual tendrá 1 o 2 crías, estos animales tienen una esperanza de vida en estado salvaje que va entre los 10 y los 12 años, mientras que en cautividad su esperanza de vida aumenta considerablemente, pudiendo alcanzar hasta los 20 años.
El petauro del azúcar es de color gris plateado en su lomo y tiene una banda negra que va desde su hocico hasta la base de su cola, en la parte de su pecho es de color blanco sucio, sus orejas son de color oscuro, al igual que el parche que tienen alrededor de sus ojos, aunque sus colores pueden variar entre una especie y otra.
Estos animales varían el tono de su pelaje dependiendo si están en estado salvaje o viven en cautividad, esto se debe a que al estar en estado salvaje impregnan su cuerpo con restos de savia, del interior de las madrigueras que construyen en los huecos de los árboles.
Debido a este echo los petauros salvajes serán de un tono más oscuro, siendo prácticamente marrones, mientras que los que viven en cautividad tendrán su color gris original, excepto si les metes troncos de madera en su jaula, en ese caso les pasara lo mismo que al vivir en libertad.
El falangero del azúcar es un animal físicamente muy similar a las ardillas voladoras, teniendo la mayoría de sus rasgos, similares a ellas, su cabeza es corta, con el hocico puntiagudo de color rosa, siendo tantos sus ojos como sus orejas de gran tamaño.
Como dije anteriormente su cola es del mismo tamaño que su cuerpo, estando cubiertas de abundante pelo, teniendo la peculiaridad que son prensil, lo que quiere decir que las pueden mover a su voluntad, pero al contrario que algunas especies de monos, no pueden aguantar su propio peso sobre ellas.
Los petauros al igual que las ardillas voladoras tienen una membrana a cada lado de su cuerpo, dicha membrana va desde su quinto dedo de la mano, hasta el pulgar de su pie, gracias a ellas pueden dar vuelos planeados de una rama a otra superiores a los 50 metros.
A la hora de planear estos animales utilizan su cola como si fuera un timón, para guiar sus vuelos, en sus patas posteriores tienen dos dedos involucionados que no usan, cuenta también con pulgares oponibles, mientras que usan los tres dedos restantes para agarrarse a las ramas.
Los petauros del azúcar cuentan con dos glándulas, una de ellas estaría situada en la región ventral del cuello, tras la barbilla, mientras que la otra está situada en la parte superior de la cabeza, estás glándulas sueltan una sustancia que es usada por los machos dominantes para marcar su territorio.
Como dije al comienzo de la publicación los machos son de mayor tamaño que las hembras y son bastante propensos al sobrepeso, y su glándula marcadora, que es la que se sitúa en la parte superior de la cabeza, tiene una zona que está ausente de pelo.
Este hecho les ocurre a los machos cuando llegan a su edad adulta y ya son ejemplares sexualmente maduros, en el caso de las hembras esta zona estará siempre cubierta de pelo, tanto a su edad inmadura como al llegar a su edad adulta, cabe recalcar que las hembras de los petauros son marsupiales y como tal tiene una bolsa donde llevan a sus crías.
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