Roble común

Familia - Quercus | Publicado - Diciembre 2019

Quercus robur, roble común, roble carvallo o roble fresnal, naturaleza salvaje.

Quercus robur, roble común, roble carvallo o roble fresnal, es un árbol robusto, de porte majestuoso, que puede superar los 40 metros de altura. Está clasificada en la Sección Quercus, que son los robles blancos de Europa, Asia y América del Norte. Tienen los estilos cortos; las bellotas maduran en 6 meses y tienen un sabor dulce y ligeramente amargo, el interior de la bellota tiene pelo.

Las hojas carecen de una mayoría de cerdas en sus lóbulos, que suelen ser redondeados. El término roble puede ser usado para referirse a muchas especies de árboles del género Quercus, nativo del hemisferio norte, y ocasionalmente también a especies de otros géneros de la misma familia o incluso de otras familias, como en el caso de algunas especies sudamericanas de Nothofagus.

En su uso originario el término, derivado del latín robur, designa a especies europeas de Quercus de hojas blandas, de borde sinuoso, caducas, propias de climas templados oceánicos; o bien de variantes frescas, por altitud, del clima mediterráneo. El más notable de los robles europeos es Quercus robur, la especie forestal dominante en la vertiente atlántica de Europa. Así, esta variedad recibe los nombres de carballo en Galicia, en la frontera extremeña con Portugal, y en Zamora (La Carballeda y Sanabria), carbayu en Asturias y cajiga en Cantabria.

Quercus robur, roble común, roble carvallo o roble fresnal, plantas de exterior, naturaleza salvaje.

Árbol de copa amplia, aovada, redondeada o irregular y hoja caduca. Tronco derecho, corto y muy grueso en los ejemplares aislados, con ramas gruesas y algo tortuosas; corteza grisácea o blanquecina, muy resquebrajada y de tonalidad parduzca en los ejemplares viejos. Hojas grandes, simples, en disposición alterna, con estípulas alargadas que caen pronto; son lampiñas por las dos caras, de color verde intenso por el haz y más pálidas, con los nervios bien marcados, por la cara inferior; su forma es aovada, con peciolo muy corto (2 a 7 mm), con el borde más o menos, profundamente, lobulado y con los lóbulos desiguales y redondeados, suelen medir unos 6 a 12 cm de largo por unos 3 a 6 de ancho.

Flores masculinas en amentos colgantes, verdes-amarillentos, que nacen solitarios o en grupos de ramillas del año anterior. Bellotas colgantes sobre un largo pedúnculo, aovado-oblongas, con caperuza o cascabillo de escamas casi planas, empizarradas.

Al tiempo que produce las nuevas hojas, por abril o mayo: las bellotas maduran en septiembre y caen en octubre. El roble común crece en suelos con humedad por lo que en la Península Ibérica sólo abunda espontáneo en las cordilleras húmedas o las regiones más septentrionales. No se suele emplear en silvicultura dado su lento crecimiento, pero su madera, de tipo dura, es una de las más apreciadas.

Quercus robur, roble común, roble carvallo o roble fresnal, plantas de exterior, naturaleza salvaje.

Desde el nivel del mar hasta unos 1000 m de altitud, en los suelos profundos y frescos, principalmente en los desprovistos de cal y algo húmedos. Requiere un clima húmedo, oceánico, donde se acuse poco la sequía estival y es algo resistente al frío. Se asocia o pone en contacto con hayedos o con robledales de Quercus petraea y Quercus pyrenaica, con los que forma híbridos con facilidad. En la mayor parte de Europa y en Asia occidental.

En la Península se extiende principalmente por las regiones atlánticas: mitad norte de Portugal, Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco y Navarra. También en León, La Rioja, Palencia, Huesca y Cataluña, sur de Salamanca y norte de Zamora. En forma aislada también en algunas montañas del interior y cultivado desde antiguo en la Casa de Campo de Madrid.

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