Fenómeno insólito meteorológico | Publicado - Diciembre 2019
Uno de los fenómenos atmosféricos naturales más extraños, es el arcoíris de fuego. Un arco circunhorizontal o arco circunhorizonte, también conocido como un arcoíris de fuego, es un halo o un fenómeno óptico similar en apariencia a un arco iris horizontal, pero se diferencia en que es causado por la refracción de luz a través de cristales de hielo en nubes cirrus. Ocurre sólo cuando el Sol está alto en el cielo, por lo menos 58° sobre el horizonte, y sólo puede ocurrir en presencia de nubes cirrus. De esta manera no puede ser observado en lugares al norte de los 55°N, excepto desde montañas ocasionalmente.
El fenómeno es bastante raro porque los cristales de hielo deben estar alineados horizontalmente para refractar el alto Sol. El arco es formado a medida que los rayos de luz entran a los cristales hexagonales planos orientados horizontalmente a través de una cara de lado vertical y termina a través de la cara inferior. Es la inclinación de 90° la que produce los colores bien separados como arcoíris y, si la alineación de los cristales es bien correcta, hace que la nube cirrus completa brille como una llama de arcoíris.
Un arco circunhorizontal puede ser confundido con un arco infralateral cuando el Sol está alto en el cielo; el primero está siempre orientado horizontalmente mientras que el segundo está orientado como una sección de un arcoíris, por ejemplo, como un arco estirándose por arriba del horizonte. Los arcoíris de fuego son tan peculiares como extremadamente difíciles de ver. Se producen por una convergencia extraña de los rayos del sol con determinadas nubes que se deben de encontrar a unos 20.000 pies sobre el suelo, con el sol reflejando sobre ellas en un ángulo perfecto de 58 grados. El resultado es precioso.
Un arco circunhorizontal (esto es, horizontal a la superficie terrestre) o arcoíris de fuego es un fenómeno óptico atmosférico en forma de halo similar a un arcoíris, pero se diferencia en que es más corto, de mayor espesor y no es causado por la refracción de luz en gotas de agua, sino a través de cristales de hielo en nubes cirrus. Este fenómeno meteorológico multicolor puede ser comparado con un gran prisma flotante que descompone la luz en diferentes tonalidades. Un arcoíris de fuego (arco circunhorizontal) puede ser confundido con un arco infralateral cuando el Sol está alto en el cielo; el primero está siempre orientado horizontalmente, mientras que el segundo está orientado como una sección de un arcoíris, por ejemplo, como un arco por arriba del horizonte.
Ocurre sólo cuando el Sol está alto en el cielo, por lo menos 58° sobre el horizonte, y sólo puede ocurrir en presencia de nubes cirrus. Por esto no puede ser observado en latitudes superiores a 55°, excepto ocasionalmente desde montañas. Este fenómeno atmosférico se produce por una convergencia de los rayos del sol con determinadas nubes que se deben de encontrar a unos 20 mil pies sobre el suelo, es decir, para que este tipo de arco sea visible, el Sol debe estar por lo menos a 58 grados de altura en un cielo con presencia de nubes cirrus. Además, los numerosos cristales de hielo de forma hexagonal y planos que componen los cirrus deben estar alineados horizontalmente para refractar de forma correcta la luz del Sol como un único prisma gigantesco. Por consiguiente, es poco frecuente ver arcos circunhorizontales.
El fenómeno es bastante raro porque los cristales de hielo deben estar alineados horizontalmente para refractar el alto Sol. El arco es formado a medida que los rayos de luz entran en los cristales hexagonales que son planos orientados horizontalmente a través de una cara de lado vertical, y salen por la cara inferior. Es la inclinación de 90° la que produce los colores, y si la alineación de los cristales es correcta, hace que la nube cirrus completa brille como una llama arcoíris. Un arco circunhorizontal puede ser confundido con un arco infralateral cuando el Sol está alto en el cielo; el primero debe estar siempre orientado horizontalmente mientras que el segundo está orientado como una sección de un arcoíris, por ejemplo, como un arco estirándose por arriba del horizonte.
Conocido como arcoíris de fuego por su parecido con una llama, el arco circunhorizontal se crea por el hielo, no por el fuego. Para que este arco sea visible, el sol debe estar al menos a 58 grados sobre el horizonte, en un cielo donde haya cirros. Se puede contemplar en lugares con muy bajas temperaturas, especialmente en países del norte de Europa y las zonas más frías de Canadá. Para que este tipo de arco sea visible, el sol debe estar por lo menos a 58 grados de altura en un cielo con presencia de nubes cirrus.
Pese a que estéticamente es un nombre muy apropiado para este fenómeno, lo que aparece en la imagen no es un arcoíris, y mucho menos hay fuego involucrado en su formación. En realidad, se les llaman arcos iris circumhorizontales un nombre mucho más romántico que irradia poesía. Por desgracia, es un espectáculo difícil de observar, ya que se necesitan de unas condiciones meteorológicas que sean muy concretas para que ocurra. En primer lugar, se necesita la presencia de cirros, nubes altas que contienen cristales hielo, pero no vale cualquier tipo de cristal: deben tener forma aplanada y hexagonal.
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