Continente - Oceania | País - Australia | Publicado - Enero 2020
Tasmania es un estado de Australia, y se ubica en Oceanía. El estado está compuesto por la totalidad de la isla de Tasmania junto con algunas pequeñas islas adyacentes y se localiza a 240 km al sureste del continente, separada por el estrecho de Bass. Tasmania tiene un área de 68.332 km². La capital y ciudad más grande es Hobart, que incluye las ciudades de Hobart, Glenorchy, y Clarence. Otras ciudades son Launceston en el norte, y Burnie en noroeste. Al viajar a Tasmania, estaremos en los confines de la Tierra, en el paralelo 40 y allí encontraremos desiertos, montañas, playas y bosques tropicales; todo un edén. Tasmania es aún un paraíso sin descubrir en sus cinco ecosistemas.
Se cree que la isla estuvo unida a Australia hasta el final de la última glaciación hace unos 10.000 años, cuando una subida en el nivel del mar separó a Tasmania del resto del territorio de Sahul. Para entonces, Tasmania ya estaba habitada por los primeros tasmanos, que se asentaron en la zona hace al menos 35.000 años. La información que existe sobre los tasmanos parte de los primeros colonos y estudiosos franceses e ingleses que se establecieron en la isla.
Según estas fuentes los aborígenes eran poco agraciados y de estatura baja, con una media de 1,60 metros. Andaban desnudos y llevaban el cuerpo cubierto de cicatrices simétricas. Su forma de vida nómada no incluía la domesticación de animales y no conocían el uso de la agricultura, y ni siquiera los tasmanos de la costa se alimentaban de pescado, ya que no sabían pescar. Su sociedad no conocía rangos jerárquicos y los hombres más valientes en la guerra o caza se convertían en jefes.
El primer europeo en avistar la isla fue el explorador holandés Abel Tasman, el 24 de noviembre de 1642. Tasman la bautizó con el nombre de Anthoonij van Diemenslandt en honor del patrocinador de su viaje, el gobernador general de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, Antonio van Diemen. Más tarde, los británicos acortarían el nombre a Tierra de Van Diemen (Van Diemen's Land).
El capitán James Cook pasó por la zona en 1777, aunque el primer asentamiento británico no se estableció hasta 1803. Desde la llegada de los primeros barcos con colonos europeos en 1772, los habitantes autóctonos tasmanos fueron utilizados como fuerza de trabajo esclava y fuente de placer sexual, siendo también torturados y mutilados. Fueron perseguidos y cazados, siendo sus pieles vendidas a cambio de una recompensa del gobierno.
Tasmania estuvo unida al continente australiano hasta hace 13.000 años y tras la subida del nivel de las aguas aquélla quedó aislada, creándose el estrecho de Bass. Su relieve es montañoso. El monte Ossa tiene una altitud de 1.617 m y es la cima más alta de Tasmania. Los ríos son de curso rápido y aunado con las altas precipitaciones presentan las condiciones ideales para la instalación de centrales hidroeléctricas. La isla posee un clima templado, estable y húmedo.
La isla ha sido reducto de algunos marsupiales extinto en Australia o Nueva Guinea. El animal más conocido de los que se pueden encontrar actualmente en la isla es el llamado demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii), actualmente en peligro de extinción, aunque el más famoso de ellos sigue siendo el tigre de Tasmania o tilacino (Thylacinus cynocephalus, extinto en 1936 y que aún hoy es un reclamo turístico de la isla, apareciendo incluso en su escudo de armas.
Otro mamífero característico es el pequeño betong de Lesueur (Bettongia lesueur), que vive en los bosques templados. Es un marsupial nocturno, muy tímido y se alimenta de toda clase de cosas, incluso carne. La introducción reciente de zorros (se detectaron los primeros ejemplares salvajes en 2001) supone un peligro para muchas especies nativas de marsupiales, reptiles y aves. La presencia de seres humanos habría provocado la extinción de la megafauna pleistocénica (por ejemplo, el canguro gigante) de Tasmania hace unos 35.000 años.
Estratégicamente situada en medio de un archipiélago formado por 300 islas en un radio de 240 kilómetros, Tasmania forma un enorme laberinto de cuevas para bucear y si se consigue soportar las gélidas aguas cercanas a la Antártida, la isla Macquarie ofrece lugares únicos para la práctica del submarinismo. Sus profundidades ofrecen una belleza desoladora sin apenas vida. Existen lugares de ensueño como los bosques húmedos de Allendale.
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