Continente - Europa | País - España | Publicado - 09/06/2020
El Parque nacional de Aiguas Tortas y Lago de San Mauricio está ubicado en la comunidad autónoma de Cataluña, más concretamente en la provincia de Lérida, en la parte central de los Pirineos en la que las 40.852 ha del parque nacional están repartidas entre cuatro comarcas pirenaicas.
El parque fue creado en el año 1955 y en la actualidad recibe más de medio millón de visitantes todos los años, que acuden a disfrutar de los paisajes y las rutas de senderismo de alta montaña, acompañada de numerosos lagos, ríos y picos de más de 3000 metros de altura.
El parque contiene dos hábitats climáticos bien definidos dentro de su territorio, la zona occidental que tiene el clima característico atlántico de alta montaña y la zona oriental que predomina más el clima continental.
El parque cuenta con un patrimonio biológico de los más ricos dentro de los parques nacionales de España, gracias a la geomorfología existente en el Pirineo, donde coexisten pequeños ecosistemas muy variados dependiendo de las diferentes altitudes a lo que hay que sumar las umbrías, las corrientes del gran número de ríos y riachuelos que llenan los lagos de alta montaña, a todo esto, hay que sumar también la orientación de las vertientes.
Las 40.852 ha con las que cuenta el Parque nacional de aguas tortuosas, se dividen en dos zonas de protección distintas, la primera y más extensa con más de 26.000 ha sería lo que se conoce como zona periférica, la cual está destinada a ir creando gradualmente una zona de protección a las más de 14.000 ha que realmente es la zona protegida del parque nacional, conocida como zona interior.
Geológicamente hablando, el parque nacional está considerado como de alta montaña, ya que la gran mayoría de él está a altitudes superiores a los 1.000 metros sobre el nivel del mar, encontrando picos superiores a los 3.000 metros, donde abundan los ríos y los lagos de origen glaciar cuaternario.
Dentro del área del parque encontramos hasta 12 ríos diferentes, y un total de 80 lagos de alta montaña, todo un paraíso acuático en la cordillera que cuenta con algunos de los picos más altos de la península Ibérica, habiendo hasta 4 picos de más de 3.000 metros dentro del parque nacional, siendo la altura más alta lo que se conoce como el Pico de Comaloforno, con 3033 metros de altitud.
El gran valor biológico existente en el parque se puede apreciar en los distintos ecosistemas presentes en cada altura de la zona, pudiendo encontrar en las partes más bajas bosques caducifolios y praderas, que pasan a ser bosques de hoja perenne en las cotas medias y zonas rocosas y prados en la zona de alta montaña.
Los asentamientos humanos en la zona del alto Pirineo datan de cuando la última gran glaciación fue retrocediendo, y no hay datos de asentamientos estables dentro de la zona del parque nacional, gracias a estudios arqueológicos recientes se sabe de asentamientos temporales en el periodo Neolítico por parte de humanos hace más de 8.500 años.
La poca actividad humana en la zona y gracias a que hace ya años que toda el área del parque ha sido un espacio protegido, y que cuenta con zonas de difícil acceso, se ha conservado la flora y la fauna en un estado salvaje desde la antigüedad hasta nuestros días, solo perturbado por la presencia del ganado de pastoreo que accede en busca de los ricos pastos de las praderas.
La flora existente dentro del parque nacional como dije anteriormente se divide en tres zonas de ecosistemas en alturas diferentes, en las zonas bajas hasta los 1.500 metros predominan los valles con bosques caducifolios de roble, haya, avellano y freno, acompañados de prados de siega, matorrales y bosques de pino silvestre.
En la siguiente cota que va desde los 1.500 hasta los 2.000 metros se hace más abundante los bosques de pino negro, el arándano y rododendro, junto a grandes bosques de abeto que se unen por enebros, gayubas, mostajos y serbales que son pequeños árboles de color grisáceo que ofrecen frutos rojos desde julio hasta el invierno.
En las cotas más altas cuando pasamos de los 2.200 metros desaparecen los bosques y se abre paso la flora de alta montaña, como saxífraga púrpura, la genciana alpina, genciana de Burser o genciana nival, también están presentes diferentes ranúnculos. Un 8% de la flora del parque son especies endémicas de la zona del Pirineo.
Si hablamos de la fauna presente dentro del Parque Nacional de Aiguas Tortas encontramos unas 200 especies de vertebrados diferentes, de las que dos terceras partes son aves, pudiendo encontrar entre ellas a grandes aves rapaces.
Las especies de aves más emblemáticas del parque son el urogallo, el águila real, el quebrantahuesos, el buitre leonado, la perdiz nival, el pito negro, el treparriscos, el arrendajo, la lavandera blanca, el gorrión alpino, el agateador norteño o el roquero rojo.
Entre los mamíferos más representativos son el sarrio o rebeco, el jabalí, el armiño, la marta, el lirón gris, la ardilla roja o el corzo y la marmota y el gamo que fueron introducidas durante el siglo XX, en cuanto a los animales acuáticos se pueden encontrar con el desmán ibérico o la trucha común en sus ríos, que comparte su espacio con especies piscícolas alóctonas.
Para terminar con la fauna presente dentro del parque no nos podemos olvidar de los anfibios, como el tritón pirenaico, endémico de la Península Ibérica, muy significativo por su rareza o de la rana bermeja que es muy abundante en la zona, también se puede encontrar reptiles, como la culebra verdiamarilla o la venenosa víbora áspid.
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