País - Turquía | Publicado en Enero del 2020
La cascada blanca de Pamukkale se encuentra situado en el valle del río Menderes, de la provincia de Denizli, en Turquía. Es una zona natural donde se encuentra una de las mayores atracciones turísticas de toda Turquía, se la conoce también por el nombre del Castillo de algodón.
Este hermoso lugar se origino a causa de movimientos tectónicos de la falla situada en la cuenca del río Menderes, dichos movimientos causaron un gran número de terremotos, que dieron paso a la aparición de un gran número de fuentes termales, con un alto contenido en minerales.
Las aguas de Pamukkale contienen grandes cantidades de calcio y bicarbonatos, este echo origina la precipitación de grandes cantidades de bicarbonato de calcio, cada segundo brota 250 litros por sus fuentes termales, originando 0,5 kilogramos de Greta nuevo por segundo, el paso del tiempo se ha dejado ver en las fuentes del lugar, debido a los terremotos unas se secaron y a la vez fueron apareciendo fuentes nuevas.
Debido al fenómeno que se produce en Pamukkale, se van formando capas blancas de piedra caliza y travertino, dichas capas van formando cascadas que bajan por la ladera, creando la sensación de estar viendo una catarata congelada.
Las formaciones que se originan van creando terrazas con forma de media luna, que contienen piscinas de agua poco profundas, las terrazas van formando una escalera de piscinas naturales que pueden oscilar entre 1 y 6 metros de altura.
En Pamukkale podemos encontrar rocas muy antiguas del periodo del Plioceno, entre ellas hay mármoles cristalinos, cuarcitas y esquistos, la capa superior de la zona es de la era Cuaternaria y los depósitos nuevos de carbonato de calcio que se van formando le dan ese precioso aspecto que se ve en las imágenes de un blanco deslumbrante.
Las fuentes eran ya muy conocidas en la antigüedad, ya que les atribuían propiedades terapéuticas a sus aguas, los griegos creían que eran cualidades otorgadas por los dioses Asclepio, semidios de la medicina y a su hija Hygieia, diosa de la salud, también pensaban que el lugar estaba bajo la protección de Apolo, dios de la medicina y la curación.
Toda la actividad volcánica que ocurre en el subsuelo, debido a las aguas termales hace que se filtre dióxido de carbono en la cueva de Hierápolis, esta cueva fue bautizada en la antigüedad como la cueva de Plutón, debido a que todo el que se atrevía a entrar en ella moría a causa de los gases, y se pensaba que era Plutón dios de los infiernos, el que enviaba ese gas para acabar con ellos.
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