Familia - Giraffidae | Publicado - 23/05/2020
En esta publicación de naturaleza salvaje vamos a conocer como es la Giraffa camelopardalis, conocida popularmente como jirafa, esta especie de mamífero artiodáctilo endémico del continente africano perteneciente a la familia Giraffidae, tiene el honor de ser la especie terrestre de mayor altura de todo el planeta pudiendo alcanzar alturas que se aproximan a los 6 metros y un peso que oscila entre los 750 y los 1500 kg.
Hasta el año 2016 que se hizo un estudio nuclear del ADN, se creía que existía una única especie de la que había hasta nueve subespecies, tras el estudio genético se sabe ahora que en verdad hay 4 especies diferentes de jirafas con sus subespecies, que son las siguientes: Giraffa camelopardalis, Giraffa reticulata, Giraffa tippelskirchi, Giraffa giraffa.
En su edad adulta los machos son de mayor tamaño que las hembras, teniendo una altura que va entre los 5 y los 6 metros, y un peso medio de los machos algo superior a los 1100 kg, mientras que las hembras tienen un peso medio algo superior a los 800 kg.
El cuerpo de las jirafas es más bien corto en comparación a sus patas y su largo cuello, estos animales tienen una vista bastante buena al igual que el sentido del olfato y el del oído que también son muy agudos. Los orificios nasales tienen la facultad de poder cerrarse a su antojo para poder protegerlos en las tormentas de arena y para evitar que las hormigas puedan entrar por ellos.
Su lengua es de color negruzco para tener más protección contra los rayos solares, es de gran tamaño pudiendo medir hasta medio metro, la lengua de las jirafas es prensil y la utilizan tanto para coger el follaje de los árboles, como para el aseo de su nariz. Su labio superior es también prensil y la utiliza para ayudar a la lengua a la hora de alimentarse, los labios tanto el superior como el inferior están cubiertos de papilas para protegerse de las espinas.
El pelaje de las jirafas tiene parches que pueden ser de color anaranjado, castaño o marrón oscuro, separados entre ellos con franjas de color blanco o crema, el pelaje de los machos se va tornado más oscuro a medida que van envejeciendo, sirviendo los patrones de su pelaje para camuflarse dentro de su hábitat.
El pelaje de estos animales contiene varios químicos aromáticos que le sirven para protegerse de los parásitos, se sabe también que el olor es más fuerte en los machos que en las hembras, por lo que se piensa que tiene también una función sexual.
Las patas delanteras son de la misma longitud que las traseras y su pie tiene un diámetro aproximado de 30 cm, sus cascos tienen una altura de 15 cm en los machos y de 10 cm en las hembras, estos animales solo tienen dos formas de andar, caminar y galopar.
El largo cuello de las jirafas puede llegar a medir hasta 2 metros y es el resultado de un alargamiento desproporcionado de las vértebras cervicales, que tienen una longitud de casi 30 cm cada una, representando más de un 50% de la longitud total de la columna vertebral del animal.
El área de distribución de las jirafas se extiende desde Sudáfrica en el sur, Chad en el norte, Níger en el oeste y Somalia en el Este, todo ello en el continente africano. Por norma general les gusta vivir en zonas de sabana, bosques abiertos y pastizales, ya que son animales herbívoros que se alimentan principalmente de Acacias, Commiphora, Combretum y Terminalia. Aunque son herbívoros se les ha observado acercarse a animales muertos para lamer la carne seca.
Las jirafas necesitan una gran cantidad de alimento todos los días para tener una vida saludable, por lo que necesitan comer hasta 35 kg diariamente, aparte del follaje de los árboles, las jirafas se alimentan también de pequeños arbustos, de fruta y de hierba. Las jirafas son animales rumiantes.
Las jirafas no son animales que tienen fuertes vínculos sociales en su edad adulta, pese a ello se agrupan en pequeñas manadas en las que los machos establecen una jerarquía, por la que es habitual verlos disputar en duelos que se conocen como necking, en los cuales combaten utilizando el cuello y la cabeza como arma.
Por norma general las jirafas viven en grupos abiertos en los que su composición puede cambiar muy a menudo, pudiendo a llegar a grupos de hasta 30 individuos, siendo los grupos más estables los formados por la madre y sus crías, que pueden permanecer juntos durante meses.
A la hora de procrearse solo los machos dominantes tienen el derecho de juntarse con las hembras, siendo animales muy polígamos, los machos eligen a las hembras, prefiriendo ejemplares de hembra adulta, pero de joven edad, para elegirlas los machos prueban su orina para detectar si son fértiles.
Tras aparearse la gestación dura entre 13 y 15 meses, tras los que la hembra tendrá una única cría, para dar a luz la hembra siempre lo hace de pie, tras limpiar la madre al recién nacido lo ayudará a ponerse inmediatamente en pie. Al nacer la cría ya tendrá una altura de casi 2 metros y a las pocas horas de nacer la cría ya estará preparada para correr.
Las jirafas cuando viven en libertad tienen una esperanza de vida de unos 25 años, siendo sus únicos depredadores al llegar a su edad adulta, los grandes leones o los cocodrilos cuando se acercan a los ríos para beber agua, en su edad más joven pueden ser devoradas también por leopardos, las hienas o los perros salvajes africanos.
Desde el año 2016 las jirafas han pasado de especie de baja preocupación por la UICN a especie vulnerable ya que en los últimos años su población ha bajado más de un 40%, pese a ello sigue habiendo un gran número de ejemplares distribuidos por parques nacionales y reservas de caza.
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