Familia - Cannáceas | Publicado - 06/07/2020
La canna indica es una planta perenne perteneciente a la familia de las cannáceas, cuenta con unas flores de gran belleza que puede darse de múltiples colores y una variedad de formas realmente bonitas, la planta puede alcanzar grandes tamaños, ya que puede llegar a medir hasta 3 metros de altura.
Sus tallos son rectos y se puede utilizar para formar grupos de flores aisladas, dentro del género podemos encontrar plantas bajas y otras que pueden llegar a ser bastante altas, siendo las de menor tamaño las más populares, entre los colores de sus flores las encontramos en tonos rosas, amarillos, naranjas y rojos.
La Canna indica es de origen sudamericano y dependiendo de la zona se la conoce por diferentes nombres, siendo conocida como: achira, achera, sagú, capacho, biri, cucuyús, juquián, chisgua, risgua, caña de India, caña de cuentas, cañacoro, flor del cangrejo, yerba del rosario o papatla.
Gracias a estudios arqueológicos se sabe que la canna se cultivaba en toda la zona de Perú desde hace más de 4.500 años. Esta planta además de ser una bella planta ornamental se cultiva en varios países para muchas más cosas.
En Colombia es muy usada para la alimentación, en muchas zonas rurales se extrae el almidón de achira, con el que se elaboran bizcochos de achira, bizcochuelos, pan de sagú, colaciones y coladas, siendo cada vez más comercializados los productos artesanales de achira en mercados urbanos.
La Canna indica prospera mejor en hábitats con climas montañosos tropicales y subtropicales en alturas comprendidas entre los 1.000 y los 2.000 metros, con una temperatura entre los 14 y los 28 °C, pero estas plantas aguantan perfectamente ser cultivadas desde el nivel del mar hasta una altura máxima de 2.700 metros.
La flor del cangrejo como también se la conoce, es una planta herbácea perenne que tiene su rizoma carnoso y bastante ramificado de hasta 20 X 15 cm, la superficie del rizoma está labrada con surcos transversales, de la parte inferior salen raicillas blancas, del ápice que cuenta con numerosas yemas brotan las hojas, los tallos y el vástago.
Sus tallos aéreos pueden llegar a alcanzar entre 1 y 3 metros de altura, los cuales suelen formar una macolla bastante compacta, la cual generalmente está envuelta por las vainas de las hojas.
La Canna indica tiene las hojas anchas de color verde o verde violáceo, con pecíolos cortos y láminas elípticas, que pueden medir de 30 a 60 cm de largo y 10 a 25 cm de ancho, su base es obtusa o estrecha y cuneada, el ápice es acuminado o agudo.
Las flores se presentan en inflorescencias en forma de racimo con entre 6 y 20 cincinos de una o dos flore, las flores crecen sobre pedicelos de un cm máximo de largo y tienen una medida que va entre los 4 y los 8 cm, según la especie, los sépalos tienen forma triangular y los pétalos erectos tienen una longitud que oscila entre los 4 y los 7 cm.
El fruto de la canna indica son cápsulas de elipsoides a globosas, verrucosas, de un color castaño claro, con una longitud que varía entre 1,5 y 3 cm, en los cuales encontramos una gran cantidad de semillas en su interior de color negro y bastante duras.
En Europa es mayormente empleada como planta ornamental en jardines, mientras que en Latinoamérica se cultiva principalmente por sus cormos o rizomas, que son de importancia para la alimentación humana y la agroindustria.
El almidón es de fácil digestión y la harina se usa para fabricar panes, bizcochos, galletas, tortas, tallarines y fideos; en la Península de Paria Venezuela la harina se utiliza para preparar un atol para los niños después del destete, y para los ancianos y convalecientes por su alto poder nutritivo. Los cormos de la achira se comen también asados o cocidos.
En decocción las raíces se usan como diurético y las hojas como cicatrizante; el jugo de estas como antiséptico. Las hojas recién cortadas se usaban, y probablemente todavía se usan sobre las quemaduras para refrescar y disipar el calor de la piel quemada. Las semillas se utilizan para confeccionar collares y sonajeros o maracas.
Tallos y hojas sirven de forraje para el ganado. A las hojas también se les utiliza como un tipo de empaque natural para envolver comidas típicas similares a los tamales, de sabor dulce, conocidas como quimbolitos. En la zona rural de pregonero llamada Laguna de García en el estado Táchira se usan para forrar las emblemáticas hallacas en sustitución de las hojas de plátano.
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