Género - Mamífero | Familia - Cérvidos | Publicado - 31/03/2020
El alce o Alces alces es una especie de mamífero, que habita en los bosques del norte del continente americano y de algunas zonas de Eurasia, el alce es el representante de mayor tamaño de la familia de los cérvidos.
El alce es un animal que está adaptado perfectamente a los hábitats de bosques nórdicos en los que habita, este detalle se puede apreciar por ejemplo en su nariz, que es de mayor tamaño que la de los otros cérvidos, en ella tienen un gran flujo de sangre, que consigue calentar el aire antes de que llegue a sus pulmones.
En esta especie podemos encontrar pocas diferencias entre los machos y las hembras, ya que ambos son del mismo tamaño, siendo las únicas diferencias entre ellos, que los machos presentan una especie de colgajo en su papada y que las hembras carecen de astas, en el caso de los machos sus astas pueden variar bastante de uno a otro, aunque generalmente son anchas y palmeadas, pero en ocasiones solo presentan puntas como las de otros géneros de cérvidos.
Los alces son animales herbívoros de gran tamaño, por lo que necesitan grandes cantidades de alimento, teniendo que ingerir hasta 20 kg de alimento diariamente, gracias a sus grandes patas pueden alimentarse de las ramas más altas, su alimentación se basa en hojas, pequeñas ramas de árboles y arbustos, de corteza de los árboles, de tallos tiernos y de un gran número de plantas acuáticas.
A los alces uno de los alimentos que más le gustan son los nenúfares, para poder alimentarse de estas plantas acuáticas, estos animales no dudaran en meterse en los ríos e incluso bucear si fuera necesario para poder llegar a ellos, para alimentarse de los pastos terrestres muchas veces tienen que arrodillarse, debido al gran tamaño de sus patas.
Como ya dije anteriormente estos animales son de gran tamaño, teniendo una longitud al legar a su edad adulta que puede variar entre 2,40 y 3,10 metros, su altura en la cruz oscila entre los 140 a los 190 cm, mientras que su altura total puede llegar hasta los 215 cm, su rabo no es muy grande ya que puede tener una medida que va entre los 5 y los 12 cm, en cuanto a su peso pueden llegar a tener hasta más de 650 kg.
Debido a la impresionante cornamenta que tienen los machos de estos animales que puede llegar a medir entre 2,5 a 3,5 metros de extremo a extremo, estos animales han sido sometidos a una caza intensiva durante siglos, por lo que su distribución se ha ido disminuyendo notablemente.
Antiguamente era posible encontrar poblaciones de alces eurasiáticos en grandes bosques del oeste y del centro de Europa, siendo exterminado con el paso del tiempo de todas esas zonas, en la actualidad las poblaciones que habitan en China y Mongolia, gracias a las medidas de protección interpuestas a esta especie, se han ido adentrando nuevamente en estos territorios, pudiendo encontrarlos en grandes territorios de Rusia y Polonia, y en menor cantidad en algunas zonas de Austria, Alemania y Republica Checa.
En cuanto al alce americano es posible encontrarlo en zonas boscosas, que tengan presencia de lagos o valles fluviales, ya sea en zonas de montaña o en tierras de cultivo, estando distribuidos desde las zonas del norte de Alaska, pasando por Canadá hasta el norte de los Estados Unidos.
A comienzo del siglo XIX el alce americano fue introducido en Nueva Zelanda, liberando un total de 4 machos y 6 hembras, fueron avistados hasta el año 1952, y tras ese año no han sido avistado nuevamente, por lo que se creía que se habían extinguido y por lo tanto no habían podido adaptarse, pero en el año 2002 gracias a unas pruebas de ADN echas a una muestra de pelo recogida, se pudo comprobar que esta pertenece a un alce, por lo que ha quedado demostrado que aún hay miembros de la especie en la zona.
Posteriormente a las pruebas de ADN, que demostraron la presencia de alces en Nueva Zelanda, se han organizado expediciones para localizar a estos animales, incluso de han puesto cámaras fijas en los puntos donde se han encontrados evidencias del paso de estos animales, pero nunca se ha podido conseguir ninguna imagen de ellos.
Antiguamente se pensaba que tanto los alces americanos, como los alces eurasiáticos pertenecían a la misma especie, pero gracias a un estudio realizado por Wilson y Reeder, para la Mammal Species of the World, en el año 2005, quedo demostrado que son especies diferentes.
Entre ellas se pueden ver diferencias bastante notables, tanto en el tamaño corporal de ambas especies, como en el color de su pelaje o en las dimensiones y estructura de sus astas, también se pueden ver diferencias en la forma premaxilar. Existe una hibridación de las dos especies que ha sido documentada en el norte de Mongolia y en la zona central de Siberia.
Pese a la gran persecución que han sufrido estos animales durante siglos, llegando a ser extinguidos en un gran número de lugares, su población si sumamos los alces americanos y los eurasiáticos se calcula que quedan un total de 2 millones de ejemplares, repartidos por igual en las dos zonas.
Los alces en la temporada veraniega viven solos o en pequeños grupos familiares, en la época invernal tras la temporada de celo, tienden a agruparse en pequeñas manadas de no más de 10 individuos, solo se concentran en grandes rebaños para las migraciones temporales, por norma general estos animales les gusta permanecer en un territorio bastante localizado, pero no son animales muy territoriales, por lo que no es normal ver peleas para defender sus territorios. A la hora de orientarse lo hacen gracias a su olfato y su oído, porque su vista suele ser bastante mala.
A la hora de reproducirse, los alces tienen el celo entre los meses de septiembre y octubre, tiempo en el que ambos sexos emiten llamadas nasales chirriantes, tras aparearse, la gestación en la hembra dura entre 242 y 250 días.
En el caso de hembras jóvenes paren una única cría, mientras que las hembras de mayor edad pueden tener entre 2 o 3 crías, al nacer los pequeños tienen un peso que oscila entre los 11 y los 16 kg, las crías serán capaces de poder caminar junto a su madre a los 2 o 3 días de nacer y en el caso de ser de hembras adultas permanecerán junto a ellas entre 10 o 15 días, tiempo que tarda en nacer la siguiente cría, momento en el cual será expulsado por su madre, teniendo que valerse por ellos mismo desde muy temprana edad.
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